Comunión a imagen de la COMUNIÓN

Dios es una Comunión fecunda de Amor y el matrimonio, a imagen Suya, también ha de ser una comunión fecunda de amor.

Dentro de lo que humanamente y con nuestra pequeñez es posible, no existe ninguna otra realidad que corresponda más, y refleje más, el Divino Misterio. Es esta la razón de que el matrimonio sea elevado al grado de sacramento: ha sido soñado por Dios como el signo MÁS auténtico aquí en la tierra de la unión entre Cristo y la Iglesia, es decir, de lo más sagrado para Él… del Amor que tiene por cada uno de nosotros, por ti y por mí.

Si han de amarse los esposos como Cristo ama a la Iglesia, hay que ver cómo es este Amor: libre, total, fiel y fecundo.

La altísima vocación de los esposos es amarse como Cristo ama, y esta tarea tan inmensa y tan santa sólo es posible con su Gracia.