Llamadas a ser hogar

MASCULINIDAD Y FEMINIDAD

8/23/20241 min read

La palabra hogar proviene del vocablo latino focaris, derivado de focus, ”fuego”.

Como mujeres estamos llamadas a ser “hogar”, a ser el altar donde el fuego permanece siempre encendido… un fuego grande que provoca estar juntos, seguros y protegidos. “Hogar” como el lugar donde las raíces se encuentran, el espacio donde se forja la identidad, donde por primera vez somos únicos y singulares, donde podemos abrirnos sin temores y permitimos el acceso a nuestra esencia.

Tenemos esa capacidad de acoger, de mirar, de cuidar, de escuchar, de promover a “el otro” como sólo lo puede hacer una madre (libre y desinteresadamente)… poco importa si somos madres biológicas o no, ¡todas somos llamadas a ser fecundas en el Amor, acogiendo y siendo hogar!

Todo nuestro cuerpo habla el lenguaje de Dios y de la vocación que Él nos dio: como mujeres somos “hogar”, lugar al que siempre queremos regresar, porque allí se puede ser real, cometer errores, pedir perdón, pelear, hacer ruido, reír, llorar, tener paciencia o ser impacientes, ¡AMAR!

¿Será por todo esto, que nos encanta ir juntas a todos lados? ¡Claro! Pues si solas somos como un fuego, juntas somos una gran hoguera, capaz de dar calor, sostén y claridad a una comunidad entera