Tu casa es el Cielo

¿Has notado cómo después de un día pesado anhelas llegar a casa? Incluso cuando andas de viaje y estás disfrutando mucho de todo, después de cierto tiempo anhelas volver.

En casa sientes que has llegado a tu lugar, y que tras andar peregrino y quizá errante, finalmente estás en donde perteneces... y si sentimos esto al llegar a nuestras cuatro paredes que llamamos "casa" aquí en la tierra, imagina cómo será cuando lleguemos a nuestra verdadera y última Casa: ¡el Cielo!

Jesús nos muestra el camino a Casa, y como Él llega, así también llegaremos nosotros a nuestra morada celestial: en cuerpo y alma.

Jesús nos recuerda: "En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones... voy a prepararles un lugar. Y cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré otra vez para llevarlos conmigo." (Juan 14, 2-3)

Estamos hechos para la Vida Eterna en la Casa del Padre y Jesús está preparando un lugar especialmente para ti y para mí. Vivamos pues con la esperanza de que vamos en camino hacia nuestro último destino, para poder llegar a ese abrazo de Dios que nos espera y así saber que, por fin, hemos llegado a Casa.