
Un estilo de vida que emerge desde y por el Amor
VIRGINIDAD CONSAGRADA
8/23/20241 min read
En la Teología del Cuerpo, San Juan Pablo II nos interpela al decirnos que existe un estilo de vida que es posible vivir a partir del llamado al celibato por el Reino de los Cielos: sacerdotes, religiosas, laicos/as consagrados/as…
Los célibes son signos de que nuestras vidas al final de los días serán un encuentro colmado de Amor con Dios; nos hablan de que todos estamos hechos para esa Unión. Esta vocación vive la sexualidad de forma sobrenatural y se anticipa a ese encuentro -las Bodas del Cordero- mediante la entrega de su vida en exclusividad esponsal con Cristo y al servicio de toda la Iglesia, mostrándonos el camino a las Bodas definitivas.
El celibato es el amor por el Reino de los Cielos, y Dios llama a unos cuantos para que vivan este estilo de vida en entrega total por sus hermanos, saboreando desde esta vida la maravilla de su Amor del que todos gozaremos en plenitud en la vida eterna.
El célibe responde a este llamado con libertad, pues no es algo que se impone sino que se elige. Y en esta libertad vive un romance todos los días con su Señor… ahí, en el silencio del alma y del corazón, vive la danza del Amor al que todos nos dirigimos.
¡Gracias a Dios por las vocaciones al celibato de las cuales nos permite ser testigos, y gracias a ellas por el Sí que le dan!